Yuto era un joven prodigio dentro de la familia Yogo, su facilidad para comunicarse con los kami era sorprendente, superó su gempukku con solo 13 años y pronto comenzó a ascender posiciones en la familia Yogo; cuando todo parecía indicar que iban a ofrecerle ser el Sensei de un pequeño Dojo de shugenja ocurrió la desgracia: fue junto a la magistrada Yogo Asami y varios ashigaru a investigar rumores de portavoces de sangre en tierras Yogo, cuando llegaron un ritual estaba teniendo lugar, Asami fue herida y perdió el conocimiento, los ashigaru luchaban contra los sectarios y Yuto tuvo que emplear todo su poder para detener al maldito maho-tsukai que continuaba el ritual oscuro que había empezado antes de que ellos llegaran. Yuto logró matar al brujo pero a un alto coste puesto que su capacidad para hablar con los kami había sido seriamente dañada por el esfuerzo. Asami y varios shugenja que examinaron a Yuto aseguraron que estaba limpio de toda mancha y que simplemente necesitaría tiempo para recuperar su conexión completa con los kami. Hace ya 6 meses de esto y Yuto aun sigue buscando recuperarse completamente, Ienaga tiene siempre a Yuto ocupado en tareas que le permitan pedir ayuda a los kami y así que siga recuperándose pues sabe que en los tiempos que se avecinan un shugenja tan formidable como Yuto es justo lo que necesita. Por su parte, Yuto agradece a Ienaga su ayuda aunque no termina de estar seguro que un daimyo más joven y débil que él sea lo que necesita su familia.
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